Las necesidades de hidratación varían en función de la edad, el sexo, las condiciones de temperatura y humedad o del esfuerzo físico que se realice. Por eso hay que conocer la cantidad que cada uno debe beber. Además de agua, las infusiones, los refrescos, los zumos, caldos o lácteos, aportan líquidos al organismo.
Para mantener una correcta hidratación y un buen estado de salud es necesario reponer todo el líquido que se pierde. Esta reposición de líquido se obtiene a través de los alimentos y de las bebidas. Se calcula que del total del agua necesaria, un 20-25% proviene de los alimentos y un 75-80% de las bebidas.